miércoles, 26 de mayo de 2010

It only ENDS once, everything that happens before that is just PROGRESS

VIOLENCIA (Divina capacidad de extremecer un cuerpo, una voz, el viento. Acto perfecto de decir que no, o con los labios llenos de veneno, aceptar que sí. Movimiento brusco de hilos enredados, acorde estridente en cuya figura se entrecruzan los dedos pulsando cuerdas de alambre de púa. Grito, más que nada eso, un alarido impetuoso de asumir la carne y escupirla, de endurecer las pupilas y reventarse los ojos. Una ola furiosa, arrolladora, cargada de sal y de canto rodado intentando apagar el Sol con cachetadas de nácar. Los mismos recuerdos volviendo a empezar de cero, acurrucándose en el presente y clavando los dientes en el futuro, ardiendo en sangre los instantes eternos que siempre pierden la batalla con el pasado inminente, que ahí van pisándoles sus talones efímeros. El suspiro más hondo, rebasando voz y palabras de otros que ya no saben hablar, de tal profundidad el suspiro que se sumerge en lo más hondo del sonido y lo explota en un último absorber de aire entremezclado con saliva helada. Dos ventanas abriendo y cerrando sus pestañas de vidrio incesantemente, cínicas ambas, destruyendo el aire que quiere calentar la sala enmohecida por el paso del tiempo y sus constantes vómitos al espacio -hacia arriba, hacia abajo, en el techo, por el suelo-. Ciertas oraciones que cuelgan de las hojas amarillentas y se saben ya heridas por el Sol y sus coletazos de fuego, muren las hojas y caen las oraciones hacia un estanque de mentiras que subyacen en el lodo hasta que una boca las sofoca y con ellas se atraganta.) ES MENTIR.

sábado, 22 de mayo de 2010

Qué cosa extraña el recuerdo, recuerda raro el olvido

Soñé la muerte y era muy sencillo;
una hebra de seda me envolvía,
y a cada beso tuyo,
con una vuelta menos me ceñía
y cada beso tuyo
era un día;
y el tiempo que mediaba entre dos besos
una noche.
La muerte era muy sencilla.

Y poco a poco fue desenvolviéndose
la hebra fatal. Ya no la retenía
sino por solo un cabo entre los dedos...
Cuando de pronto te pusiste fría
y ya no me besaste...
y solté el cabo, y se me fue la vida.




-Leopoldo Lugones-

martes, 11 de mayo de 2010

SOY LO QUE NO SOS Y SOS LO QUE NO SOY.


Te necesito, ya, ahora, en este mismísimo instante en que perdí todo equilibrio, toda cordura, en fin... TODO. Me lo robaste, o te lo arrojé en las manos, no sé. El hecho es que ahora te pertenece, y no puedo recuperarlo, aunque no lo defiendas con uñas y dientes, aunque ni siquiera me impidas tomarlo; no puedo (o no quiero, y eso sería lo peor) quitarte algo que fue mío desde siempre, y que pensé 'para siempre'. Ya veo que no, ya ves que es tuyo y te lo regalo. Te lo regalo hoy, ahora, todos los días. Lo hago con enorme placer, con divina prescidencia, con un asqueroso masoquismo.
Preciso de vos, de esa parte que dibujé por sobre tu cara y que se parece tanto a la mía. Soy lo que no sos y sos lo que no soy. Es así, fue de la misma manera desde el comienzo y seguirá siéndolo. Pero no te preocupes, yo ya no me ocupo de esas cosas. Las asumí y les clavé un cartel enorme que dice: CERTEZAS. Y sabés qué? desde entonces nada las afecta, no se les cae ni un granito de verdad, ni una gota de eternidad.
Sublimes, allí permanencen. Sabiéndose impenetrables, inmunes, autosuficientes. Retroalimentan esa capacidad única de ser imbatibles, nadie (JAMÁS) va a poder demostrar lo contrario, es decir, que me fui de boca en la tuya y ahora mi organismo rechaza esta saliva que no es mía. Sé que ahora mi saliva está corriendo por el torrente de tu sangre, que se acumula en tus ojos y les da brillo. Lo presiento, lo confirmo a cada segundo en que trago un sabor amargo, ajeno, de nada y mi estómago estalla, mis pulmones gotean, mis latidos se paran. Pero si esta saliva no es la tuya (porque no podría ser tan hipócrita de decir que alguna vez logré extraer algo de vos) ... a quién le pertenece?

jueves, 6 de mayo de 2010

Mientras tanto tengo frío...

¿qué si de tus manos no obtengo la lluvia y el fuego?


nadie me dijo que tenias un infierno en la boca


¿o era el cielo y yo era un demonio?