martes, 27 de abril de 2010

Tú naces, y no naces.

Aquí va otra vez, a girar, a pulirse las manos en arena, a enjuagar sus tiernos brazos en el mar. Sus pies continúan describiendo círculos, lo hacen de memoria, casi sin saberlo, por pura mística de 360º. Sin embargo nunca llega a cerrarlos. Esos 2Π rad terminan siendo 1,8 y la cuenta cae al agua, se limpia, debe empezar de nuevo.
Cómo hacerte entender que tu seno nunca va a poder ser mayor que uno, que la recta terminal no se corrompe ni con sal, ni con agua; el tiempo no la erosiona ni corroe la majestuosidad de su "cero, coma". Y ni que hablar del coseno, igual de irrevocable, a pesar de lo mucho que lo escupiste.
Tendrás que ser tangente, no tocar más de un punto a la vez. Así quizás llegues a superar el uno, a cagarte bien en el cero. No creas en las abscisas, son peores que las putas ordenadas. Mejor quedate ahogando tu cuerpo repleto de grados, minutos y segundos, en este mar de líneas rectas (ya no más curva, ni giro). Estrangulá todos los ángulos del primer cuadrante (siempre tan burlonamente positivos), no dejes vivo a ningún ángulo del segundo cuadrante cuando se trate de su seno, así como tampoco le permitas existir a los ángulos del tercer cuadrante que te hablan de su tangente, por último jamás permitás respirar por más de un segundo a un ángulo del cuarto cuadrante si es que de coseno estamos hablando.
No intentes sumarle más giros a este ángulo orientado del que ya no hay vuelta... cerrá los ojos y hundite completamente, gritá que los dedos de los pies ya no te hacen caso, ¡mordelos! Obligalos a ceder, a regresar sobre sus grados, a quedarse en 360º, a que ya no pasen el eje de abscisas una y otra vez. Que mejor se queden completos (2Π) y ya no más recuerdos, ni espasmos; sólo un giro completo de amor y de tiempo. Que sea el Sol, ya entero, ya pleno, un disco dorado, y así entonces volver a ser luz.

jueves, 15 de abril de 2010

Cecilia


Te conozco y sé que tus hombros son dulces, que desde ellos bajan ríos por el cauce de tus brazos.
Te conozco y sé que en tus uñas acmulás la sal que luego embadurna tus palmas y hace de tus manos un mar.
Te conozco y sé que tus codos están repletos de cantorodado, tanto así que cuando llueve se escuchan sus reclamos.
Te conozco y sé que tus dedos son como olas que azotan sin clemencia los vaivenes del viento, o acarician hasta erosionar los obstáculos del tiempo.
Te conozco y sé que tus venas están abiertas, que el rojo de tu pañuelo se tiñó en los discursos de tu mente despierta.
Te conozco y sé que tu cabeza nunca cesa, que hace y deshace tus ríos, que los nombra y les otorga sus minerales.
Te conozco y sé que tus ojos imitan el brillo del Sol cuando llega la noche y se hace más espesa.
Te conozco y sé que tu boca grita suave y calla con firmeza.
Te conozco y sé que no hace falta describirte si es que puedo amarte.

martes, 13 de abril de 2010

Y sin embargo, yo te besaría los pies...

Me persigue una idea absurda, la de morir joven y con las pupilas aún vírgenes de sal, de espanto.
Me persigue un deseo absurdo, el de querer dar un paso tan fugaz que roce la eternidad y la abarque toda.
Me persigue un recuerdo absurdo, tu mirada desviada y mis ojos cerrados, los cuerpos desnudos forjando instantes de la noche, buscando dar al fin con la estrella que marca la unión exacta entre el placer y la agonía.
Me persigue una imagen absurda, vos pura sonrisa devorando mis órganos con la mueca chorreada de sangre, yo tumbada a tu lado, reducida pero viva.
Me persigue una palabra absurda, 'BASTA' es tu voz la que lo dicta, entonces llueve para siempre en el festival de esta muchedumbre enmascarada que escupe brillantina y tiene serpentinas debajo de las uñas de los pies.
Me persigue un signo absurdo, que me acaba.

domingo, 4 de abril de 2010

Filosofía barata y alpargatas de goma



Me quiero morir. Ya no me quedan fuerzas para matar, ni para herir. Necesito dejar de sufrir. Quiero mi paz, y eso significa el FIN.

Mis palabras ya no dicen, mi voz se siente ajena, se me caen las manos, se me hunden las piernas, mis pies se mueven pero no avanzan, ¡¡es que esta sed no se puede calmar con agua!!

Ya no hablo de sed, hablo de puro fuego, de llamas que se desafían para ver cuál destruye más, quién quema más horas, más tiempo, más días, más recuerdos… Y AHÍ ENTRO YO, negando para siempre el derecho de que me lleven, entre calor y humo, a un olvido forzado, de resignación y fucking conformismo.

Prefiero tus migajas, mis lágrimas estúpidas, los intentos vanos, el vaso bañándolo todo de whisky, un cassette girando indefinidamente; prefiero eso antes que olvidarte.

QUIERO MORIRME SIN VOS, morirme porque no te tengo, MORIRME DE SED, morirme y sentir en eso el PLACER.