domingo, 13 de mayo de 2012

Ríete al fin


Me encanta que hables por mi boca, que tu voz salga de entre mis labios y retumbe en mi garganta. Tus ojos semi abiertos, los míos completamente cerrados. Y un momento único en el que siento que hablo desde otro lugar, que mi voz se convierte en instrumento de tu propio pensamiento.
Cualquier problema se arregla así, esbozando una palabra en el medio de un beso. La cosquilla que da el aire exhalado en forma de palabra, la sonrisa que sucede al balbuceo… pequeños placeres de la vida terrenal.

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