
LA MUJER
Una mujer
desde otra tarde,
salpicada por un profundo espejo.
Tirada en el abismo
con sus menstruos carmín
depositados en el limo natural
con la precisión de besos.
Una damisela realmente celeste.
Vestidos de espuma dilatados,
corsés rosa,
adornos y teñidos.
Una mujer con collares
con ojos manuscritos
con pezones labiales y suaves
con sombreros de pétalos tan claros.
Una mujer dada a su propio mundo, mundo que la deglute y que le da los rayos.
Le da canastos con frutas e hijos,
miembros que la deshacen
y la vuelven a hacer nacer.
Barriletes en azoteas,
ligustros blancos.
Una mujer transportada es un misterio. Donde rozan sus pies dialogan flores y aparecen sangres.
Luis Alberto Spinetta
pf
ResponderEliminarhay algo
que pueda yo
agragar luego de leer
esto, tan hermoso y tan
asesino de personas, tan Luis Alberto...?
realmente
lo hay?
hoy
te amo
ya, y ya
es mañana MAÑANA MAÑANA.
orvuà.