domingo, 7 de febrero de 2010

...y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.



Ahí va; tu cuerpo al fuego ahí va. Ahí va tu cuerpo al fuego. Que lo consume pronto, lo acaba sin tocarlo porque a un cuerpo traidor no lo quiere ni el diablo. Ni el diablo, ni su fuego, ni el barro de un pantano pues a la vida que ahí vive tu cuerpo le da asco.
Ahí va;
tu cuerpo al fuego ahí va. Ahí va tu cuerpo al fuego. Lo quema en mi memoria y en la de los recuerdos de las historias sanas y de todo lo bueno. Ardiéndolo en el aire la tierra lo agradece, no tendrá que pudrir lo que podrido viene.
Ahí va; tu cuerpo al fuego ahí va. Ahí va tu cuerpo al fuego. Ahí va; tu cuerpo al fuego ahí va. Ahí va tu cuerpo al fuego

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